Salud financiera, un concepto del que seguramente hayas oído hablar y, si no lo has hecho aún, tranquilo, lo harás, porque asegurar el bienestar y equilibrio financiero de tus cuentas domésticas no es ya una recomendación, es un requisito indispensable para garantizar tu estabilidad económica a futuro.
Y es que, la incertidumbre laboral de un mercado profesional cada vez más cambiante y la necesidad de invertir para obtener mayor rentabilidad por nuestro dinero nos obligan a contar con un buen colchón que nos respalde. Y conseguir ese margen de maniobra no es fácil, precisa, por nuestra parte, de altas dosis de información y mantener la cabeza bien fría.
Los expertos hablan de una serie de requisitos indispensables a la hora de garantizar nuestra salud financiera, una ecuación en la que debemos sumar ahorro, control de gastos, asesoramiento y planificación de la jubilación. Nuestro beneficio económico dependerá de la consecución de los objetivos que nos marquemos a corto, medio y largo plazo en estas cuatro facetas.
Empecemos por el primero, el ahorro. Debemos ser capaces de garantizar cierta cuota de ahorro a corto plazo, mes a mes, pero también a varios años vista a través de planes de pensiones, acciones, bonos u otros productos de inversión.
El control de gastos. En este sentido, la fórmula es bien sencilla, los gastos han de ser inferiores a nuestros ingresos. Además, debemos llevar un control exhaustivo sobre el pago de cuentas en tiempo y forma. Los compromisos con cuentas y créditos han de ser cumplidos siempre en el plazo acordado.
Y el punto anterior nos lleva al siguiente, el capítulo de las deudas, a las cuales debemos dar salida lo antes posible si queremos evitar entrar en una espiral deudora sin precedentes. Poseer un historial crediticio saludable y una deuda sostenible que suponga menos del 36 % de nuestros ingresos (el 28 % en el caso de las hipotecas) son requisitos indispensables para garantizar la salud financiera de nuestro hogar, de hecho, también lo son si queremos realizar ciertas inversiones o solicitar préstamos personales que nos ayuden a llevar a cabo inversiones ambiciosas.
Asesoramiento. Como hemos comentado, invertir para conseguir una rentabilidad mayor a largo plazo es indispensable hoy en día, para ello, debemos conocer muy bien el mercado, ya sea el inmobiliario, si vamos a volcarnos en el sector del ladrillo, o el financiero, si vamos a coquetear con activos de riesgo. Si no somos duchos en la materia, lo mejor es ponernos en manos de un experto asesor, la inversión en la contratación de estos servicios habrá merecido la pena cuando dentro de unos años echemos la vista atrás y analicemos los beneficios obtenidos gracias a nuestro esfuerzo inversor.
Por último, la planificación de la jubilación, de la cual tanto oímos hablar últimamente en nuestro país, nos obliga, cada vez con mayor rotundidad, a establecer un plan económico que nos brinde la posibilidad de complementar la pensión pública, quizás con un sistema privado de ahorro.
En definitiva, llegamos a la conclusión de que lo realmente importante es llevar un control exhaustivo sobre nuestras finanzas y mucha planificación, además de contribuir a la estabilidad y seguridad de nuestras inversiones, para ello, debemos contar con seguros de cobertura adecuados para todos nuestros productos y un plan que garantice la consecución de objetivos económicos medibles y alcanzables.
En Doctor Dinero nos preocupamos por el bienestar de la economía de nuestros usuarios, por eso, nos esforzamos en mantenerte informado acerca de todas las posibilidades que brinda el mercado en cuanto a la concesión de préstamos personales y minicréditos, para que puedas comparar antes de elegir el producto que mejor se adapte a tus necesidades y que te permita incrementar tu capacidad de ahorro. Porque para ahorrar, como bien sabéis, comparar es la clave.
Conquistar y mantener nuestra economía no resulta fácil, somos conscientes. La falta de tiempo y la pereza se suelen apoderar del ciudadano de a píe, incapaz de mantener el control que desearía sobre sus finanzas. Por eso, aquellas aplicaciones móviles que permiten medir la evolución de sus ingresos y gastos mensuales y optimizar así sus ahorros están experimentando un gran éxito.
Un buen ejemplo lo encontramos en BBVA Bconomy, una app que nos ayuda a modificar nuestros hábitos financieros con el fin de optimizar recursos y conseguir elevar nuestra rentabilidad. Esta aplicación mide la evolución de nuestros ingresos y gastos mensuales, el nivel de ahorro, el nivel de endeudamiento y nos pone una nota media que califica nuestra salud financiera.