Si eres de los que se autodenominan “un ahorrador prudente”, es decir, que no estás dispuesto a correr riesgos a cambio de una supuesta mayor rentabilidad, los depósitos bancarios a plazo fijo son una de tus mejores opciones para mantener tu dinero a salvo. Las rentabilidades no son tan altas como las ofrecidas por otros productos con riesgo presentes en el mercado, pero te olvidarás de pequeños sustos indeseados o de comprobar que los vaivenes de la economía han mermado los beneficios que esperabas.
Con un depósito a plazo fijo no hay sorpresas. Los intereses serán fijos a lo largo de toda la vida del préstamo, que podrás prorrogar cumplido el tiempo de contratación, normalmente en condiciones muy similares. En cuanto al capital invertido, estará 100% asegurado, al igual que los intereses generados. En definitiva, máxima seguridad para tus ahorros.
Los plazos fijos para invertir tus ahorros con total seguridad y rentabilizarlos al máximo te dejan jugar con ciertos criterios para poder ajustar sus características a tus objetivos. Por ejemplo, elegir el importe a invertir, el plazo (entre dos años o cinco de duración, por ejemplo) y la frecuencia con la que quieres percibir los intereses: cada mes, trimestre, semestre o año.
Si quieres echar una ojeada a la rentabilidad que podrían ofrecerte tus ahorros, accede a nuestro comparador de depósitos.
Otra opción cada vez más demandada por ahorradores cautos son las cuentas remuneradas online, una forma de conseguir una rentabilidad mayor a cambio de un producto que has de gestionarte tu mismo de forma online desde la herramienta digital que pone a tu disposición la entidad bancaria o caja de ahorros.
La disponibilidad de tu dinero en este tipo de productos es mayor, ya que careces de “ventanas” de acceso a tus ahorros, es decir, siempre tienes disponible todo tu dinero, y las comisiones son igual a cero. Con este tipo de e-cuentas consigues comodidad al poder operar de forma virtual desde tu dispositivo móvil u ordenador, y la ausencia total de gastos ni comisiones de mantenimiento ni administración.
La contratación de estas cuentas es gratuita a través de servicios de banca a distancia, sin embargo, siempre se puede recurrir a la sucursal más cercana o a servicios telemáticos o telefónicos puestos a disposición de la entidad para resolver dudas o incidencias.
Entre los inconvenientes que podríamos encontrar en las cuentas remuneradas figura la alta vinculación que exigen con la entidad: domiciliar la nómina o los seguros sociales, contar con cierto número de recibos mensuales domiciliados, contratar productos adicionales a la entidad, darse de alta en los servicios de banca electrónica o contratar una o varias tarjetas que además deben ser usadas determinadas veces al cabo de un año, etcétera.
Las entidades también suelen imponer requisitos que tienen que ver con la cantidad a invertir, fijando tanto un mínimo como un máximo. A pesar de todo, los depósitos fijos suelen ofrecer garantías muy valoradas por el inversor. Y es que, tras varios años de inestabilidad económica, los ahorradores aprecian más que nunca la seguridad de su dinero. Junto a esta, la comodidad en la gestión del mismo es otro valor a tener en cuenta, así como la disponibilidad.