Las ventajas de las líneas de crédito frente a los micropréstamos

Cada vez son más las personas que recurren a las líneas de crédito con el objetivo de financiar su gasto. Este tipo de producto es muy flexible, ya que podemos acceder a él de forma inmediata, pues el dinero está nuestra propia cuenta bancaria, lo cual facilita enormemente el acceso a determinados bienes de consumo o la posibilidad de hacer frente a los gastos cotidianos. Pero ¿qué diferencias existen entre este producto financiero y un micropréstamo o un préstamo ordinario? Te lo contamos a continuación.

Comenzar aclarando conceptos: ¿qué es una línea de crédito?

Una línea de crédito es, básicamente, una cuenta bancaria a disposición del cliente para su uso habitual dentro de unos límites preestablecidos por la entidad crediticia. Estos límites suelen referirse a la cantidad máxima de dinero disponible y a la de tiempo para su disfrute.

En este tipo de líneas, el cliente paga intereses en función, únicamente, del dinero que retira, es decir, solo paga por el uso que le dé a la línea de crédito. De hecho, durante el plazo establecido, la entidad financiera va cobrando comisiones en virtud del saldo que se haya ido gastando y del tiempo invertido en ello.

Las ventajas de las líneas de crédito frente a otros productos

La gran ventaja es, sin duda, que gracias a este producto disponemos de financiación al momento para asumir cualquier gasto. Es decir, no tenemos que emplear nuestro tiempo y esfuerzo en solicitar un crédito al consumo ni un mini crédito en un momento puntual ni esperar a que este nos sea concedido, sino que contamos con saldo extra en todo momento.

Además, tanto en los créditos estándar como en los minicréditos, estamos obligados a solicitar una cuantía determinada de dinero, cuantía que después tenemos que devolver en un plazo máximo y tras la cual, el préstamo desaparece. Sin embargo, gracias a una línea de crédito, disponemos de un amplio margen de financiación constante y prorrogable.

De hecho, el éxito de las líneas de crédito es tal que algunas entidades están priorizando la comercialización de su línea de crédito frente a los micropréstamos. Y es que, los clientes valoran mucho las ventajas de este producto frente al micropréstamo. Incluso aquellos que estaban inicialmente más predispuestos a contratar el micropréstamo, prefieren ahora la línea de crédito, sobre todo por la posibilidad que ofrece de ser empleada también como si de un micropréstamo se tratase.

Creditea también ofrece una línea de crédito hasta 5.000€, en la que puedes retirar el dinero que necesites y pagar solo por lo que hayas utilizado. Tienes un plazo desde 61 días hasta 36 meses para hacerlo y tú decides cuándo devolverlo dentro de ese plazo.

En una línea de crédito, tienes el saldo en una cuenta y tú vas usándolo en la medida que crees oportuno, bien en parte, bien en su totalidad, hasta su vencimiento. Lo que representa una comodidad y seguridad innegables.

Autónomos y emprendedores, principales beneficiados

Poder hacer frente al pago del IVA sin tener que dejar la cuenta a cero hasta que nos paguen los clientes o adelantar las nóminas de los empleados a principios de mes son algunos de los beneficios de poseer una línea de crédito, de ahí que sean comúnmente empleadas por personas que trabajan por cuenta propia o que están poniendo en marcha un proyecto empresarial.

Y es que, ese saldo extra que concede la línea de crédito de forma inmediata permite al cliente afrontar pagos justo en el momento en que lo necesita y durante un periodo muy corto de tiempo. De hecho, si lo que necesitase fuera financiación para un gran proyecto que se va a desarrollar durante uno o dos años y que no puede devolver a corto plazo, lo ideal es solicitar un préstamo tradicional.

Las líneas de crédito están pensadas para afrontar los gastos cotidianos sin preocupaciones, en definitiva, para vivir tranquilo sin temer entrar en numero rojos. Es la principal diferencia y ventaja respecto a los microcréditos o micropréstamos.